Tras realizar una lectura por los
últimos artículos publicados en la Revista Ocnos, me llamó mucho
la atención el título de este estudio: Leer en tiempos de ocio: los
estudiantes, futuros profesionales de la educación, como sujetos
lectores. Al leer su resumen, me surgieron muchas preguntas como: ¿Un
profesorado no lector, podrá transmitir al alumnado la pasión por
la lectura? ¿Los futuros y futuras docentes dedican en la actualidad
parte de su tiempo de ocio al placer de la lectura? Descubramos si el
presente artículo nos responde a estas preguntas.
El
propósito general que se proponen Caridev, Caballo y Gradaílle
(2018), es el de conocer los hábitos lectores de los estudiantes
universitarios y si la lectura se encuentra entre sus prácticas de
ocio, para ello aplicaron cuestionario a 733 alumnos y alumnas de los
Grados en Educación Infantil (GEI), Educación Primaria (GEP),
Educación Social (GES) y Pedagogía (GPD) en la Universidad de
Santiago de Compostela.
Los
resultados muestran que un 40,7% de los y las estudiantes se
identifican como no lectores, un 30.2% serían lectores ocasionales y
tan solo un 29.1 % se consideran lectores frecuentes. No existen diferencias significativas entre el sexo o el curso, pero sí
respecto a la especialidad, lo que hay que destacar ya que es el
alumnado de los grados de infantil y primaria el que representan
menor hábito lector. Un dato muy preocupante y que nos debe hacer
reflexionar puesto que entre sus funciones básicas está “la
enseñanza y el aprendizaje de la lectura, además de estimular el
interés y el disfrute asociado a la misma, promoviendo el desarrollo
del hábito lector en los niños y niñas” (P. 13).
Una
última pregunta, ¿os encontráis entre los participantes que se
definen como lectores y lectoras habituales, ocasionales o no
lectores?
Caride,
J. A., Caballo, M. B., & Gradaílle, R. (2018). Leer en tiempos
de ocio: los estudiantes, futuros profesionales
de la educación, como sujetos lectores. Ocnos, 17(3), 7-18. doi:
https://doi.org/10.18239/ocnos_2018.17.3.1707
No creo que nadie de la clase se encuentre entre los no lectores, pero realmente asusta un poco. Tendré que hacerme profesora de la universidad y crear un programa de animación lectora para maestras y maestros.
ResponderEliminarMe ha pasado lo mismo que a ti, cuando me encontré este artículo me pareció impensable que un docente no tuviera un buen hábito lector. Luego me di cuenta de la realidad, al compararlo con algunos resultados de mi TFM, encontré que es más común de lo que parece y que la lectura no es una prioridad en el tiempo de ocio del alumnado del Grado de Infantil. No quiero pensar en lo pobre que puede ser la educación, en cualquier etapa, sin el apoyo y conocimiento que te aporta la literatura.
ResponderEliminarMe parece realmente preocupante que un porcentaje tan alto como es el de 40,7% se identifican como no lectores. Todo maestro debe fomentar y desarrollar el gusto por la lectura y sin ser lector habitual dudo que sean capaces de ello.
ResponderEliminarAl igual que comenta Sandra con los estudiantes del Grado de Infantil, conozco también casos de estudiantes del Grado de Primaria que NO les gusta leer... no sé qué harán en sus clases el día de mañana. Finalmente decir que estoy muy contenta de haber encontrado en la clase de los miércoles a lectores habituales.
Coincido con mis compañeras, y contigo al ver la cantidad tan elevada de personas que se identifican como no lectores, creo que es bastante preocupante por todo lo que dejan de aprender y disfrutar a través de una buena historia. Al igual que apunta Raquel pienso que el papel que tenemos como docentes es fundamental para volver a sumergir a los alumnos/as en el mundo de la lectura y que no pierdan la oportunidad de ser lectores.
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ResponderEliminarEn mi TFM realicé preguntas cerradas y abiertas a docentes en ejercicio acerca de sus hábitos lectores y de las metodologías que utilizaban para desarrollarlo en su alumnado. He podido comprobar que todos los participantes se consideran lectores, pero un 31% ha contestado que no tiene desarrollado un hábito lector. Esta cifra me parece muy preocupante, al igual que la del presente artículo relacionado con los hábitos lectores de estudiantes de magisterio, ya que si un docente no siente pasión y placer por la lectura, difícilmente podrá enseñar a sus alumnos/as el valor y la importancia de leer. Esos niños crecerán sin disfrutar con la lectura debido a la falta de un referente lector a lo largo de sus vidas, puesto que en muchos casos, algunas familias tampoco se implican en el hábito lector de sus hijos/as
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