jueves, 14 de marzo de 2019

Actividad III. Reseña del cómic Viaje a Italia de Cosey

¿Viaje o huida? Es difícil escapar del pasado...

Viaje a Italia, es obra de Bernard Cosandey, mas conocido por su seudónimo Cosey, nacido en suiza en 1950. Es conocido por obras como: Jonathan, En busca de Peter Pan, Daigón-Hanoi, o la que hoy nos ocupa, Viaje a Italia, que después de cuatro años de trabajo vio la luz en 1988.  Es fácil observar, a través de su obra la pasión de Cosey por el viaje, eje principal de muchas de sus historias, las cuales reflejan su admiración por el mundo oriental o como en este caso, el enclave se produce en Europa en una vetusta y tradicional Italia, donde el viaje no es más que una excusa, que el autor utiliza para penetrar en el alma humana.


Viaje a Italia, es una obra sobre la nostalgia, la soledad y las cicatrices, a través de la cual nos adentramos en las vidas de los cuatro protagonistas, acompañándolos en su viaje, que se produce de forma alterna, entre el viaje exterior a través de una Italia plasmada con todo detalle y el interior, con reminiscencias continuas a un pasado en algunos casos más feliz y en otros traumático. 

Esta historia comienza presentándonos a Arthur, un veterano de Vietnam, cuya vida, tras la guerra, parece no tener sentido, sumido en el alcohol y desafiando constantemente a la muerte, siente ser incapaz de ser feliz, alejándose cada vez más de su familia y de sus amigos. Arthur solo disfruta de la compañía de su amigo de la infancia Ian Fraschetti, también veterano de guerra y de origen Italiano. Es él quien le propone el viaje a su tierra natal, con la idea de reencontrarse con Shirley, el amor de ambos de la infancia, un personaje misterioso, a caballo entre el egoísmo y la sensibilidad, con intereses ocultos que abrirán viejas heridas entre los personajes, que se someterán a una dura prueba que le obligará a tomar decisiones difíciles. Es aquí, donde entra en juego el cuarto protagonista: Keo, una niña de origen Vietnamita que aportará luz y esperanza a la vida de los protagonistas.

En cuanto a mi opinión personal, acerca de lo que me ha parecido esta historia, tengo que admitir que tengo sentimientos encontrados. No voy a obviar el hecho de que me la leí sin parar en unas horas, lo que quiere decir que me mantuvo intrigada. Además, me gustaría resaltar lo maravillosamente bien contada que esta, las ilustraciones y la composición, realmente transmiten las sensaciones que pretenden. Es una historia donde los silencios hablan casi más que las palabras y a través de los cuales, se consigue sumergir al lector en la tristeza y soledad de los protagonistas. Por no hablar, del paseo a través de Italia, completamente lleno de detalles, sus callejuelas, su mar, sus casas blancas, etc. Particularmente, me gusta mucho el tema de la ilustración y he disfrutado de cada detalle de las de esta historia.

Por otro lado, y aquí vamos a la parte más "negativa", es una obra "demasiado americana" para mi gusto, sin que suene despectivo, no soy demasiado fan de la visión americana de según que cosas, en mi opinión demasiado estereotipadas y repetidas hasta la saciedad, en sus producciones. He leído criticas sobre Viaje a Italia y todas son magníficas, sin embargo, mientras la leía no podía evitar tener la sensación de que estaba leyendo algo que ya había visto antes. Tampoco puedo evitar, que haya ciertos "clichés" que me repatean un poco, el personaje femenino: Shirley, es un personaje que te recuerda a algo que ya has visto en otras ocasiones, una mujer que vuelve locos a lo hombres, con los que juega a su antojo, pero sensible y frágil, llena de cicatrices y que mete en problemas a todo el que se cruza con ella casi "sin querer",  para desaparecer más tarde, porque, claro esta, es muy misteriosa. La mujer ha representado muchas veces, el peligro, la tentación, el pecado que engatusa y vuelve locos a los hombres y este "cliché" se ha repetido a lo largo de la historia en series, películas, etc

Sin embargo, Keo es un personaje que me gusta, he de admitir que no simpatice mucho con los protagonistas hasta su llegada, ya que como he comentado anteriormente, este personaje hace que el resto muestre su lado más amable y supongo que esa es, también, la intención del autor. Aunque Keo sea el personaje del que menos se sabe, me parece que es uno de los más interesantes, la diferencia entre ella y el resto, es que su esperanza de conseguir algo mejor, es más fuerte que las cicatrices de su pasado y eso es algo que contagia al resto de los protagonistas.
Por otro lado, están los personajes masculinos: Arthur e Ian, dos ex combatientes del Vietnam con diversos traumas. La historia los presenta como dos personas con poco por lo que vivir, que se tienen el uno al otro, aunque su primera aparición juntos es yéndose a un club "a pescar" y engañando a sus mujeres. Supongo que el pasado traumático concede ciertas "licencias". En el caso de la mujer de Arthur, se repite otro "cliché": el de la mujer americana vestida con una camisón muy sexy y con el pelo alborotado, que ya no sabe lo que hacer para llamar la atención de sus marido, aguanta continuamente sus desplantes y trata de contentarlo con tal de no ser abandonada, de tal forma que hasta a él le aburre que sea tan complaciente. Ambos personajes, vuelven a caer enredados en la redes de Shirley, de la cual se enamoraron cuanto tenia 15 años (ellos unos cuantos más) y que te la presentan ya a esa edad, como una chica inteligente pero manipuladora. Por lo que, esta nueva aparición les traerá problemas y consecuencias graves a sus vidas para bien y para mal. 


Es cierto que, reducir la historia a estas cuestiones es muy injusto, no debemos olvidar que se realizó en 1988 y que aunque en mi opinión, no aporte nada nuevo, es una obra que trata sobre el pasado, sobre cicatrices que no se cierran y sobre la nostalgia muy bien contada. Todo ello, dentro de un ambiente deprimente y decadente, donde Shirley es ese medio de volver a un pasado mas amable y aunque esto produce consecuencias negativas, también las produce positivas, ya que les ofrece algo por lo que luchar, algo para lo que la vida vuelve a tener sentido. Para terminar, por supuesto, despidiéndose desde una cabina, vestida con una  gabardina y un sombrero, cogiendo su maleta y despareciendo entre los lluviosos y oscuros callejones de una ciudad perdida de Estados Unidos.


Podéis ver esta reseña en Goodreads, pinchando en este enlace: Viaje a Italia y en Entrelectores, pinchando también en el siguiente enlace: Viaje a Italia.

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