Decía Virginia Woolf, “siento que
pierdo el norte otra vez, ¿estoy loca yo o lo está el mundo?”
Si pudiera devolver a la vida a
la autora, le diría que loca no estaba, si acaso que fue valiente, y que se
enfrentó a situaciones demasiado difíciles para el momento en el que vivió.
Virginia Woolf nació en la ciudad
de Londres en 1882 y hoy día está considerada como una de las grandes autoras
de su época. Además de incluir en sus textos elementos y figuras literarias
pioneras para su época, la autora siempre reivindicó la independencia de la
mujer, de ahí que durante su juventud, siempre tuviera algún que otro
enfrentamiento con su padre.
Michèle Gazier y Bernard
Ciccolini, junto a la editorial Impedimenta, reflejan en esta gran obra, las luces
y sombras en la vida de Virginia Woolf, pero además de representar el pensamiento
de la época, también se pueden ver los tintes bélicos del momento, como la
incursión de su sobrino en la Guerra Civil en España o alzamiento del nazismo
en Alemania.
Woolf se vio golpeada por el
repentino fallecimiento de su madre, sus hermanos, su padre y algunos amigos
cercanos, a pesar de ello, su constancia le llevó a publicar grandes obras como
Una habitación propia, La señora Dalloway o Orlando, obra en la cual el protagonista
cambia de sexo y se convierte en motivos de críticas a los dos lados de la
balanza.
En definitiva, como dice Enrique
Redel, “el álbum es bellísimo”, y además, “no esconde las referencias a su
oscura sexualidad, a los abusos que sufrió de pequeña por parte de su hermano,
a las tempestuosas relaciones con otras escritoras como Katherine
Mansfield, a sus ataques de locura, a la dificultad de composición de sus
novelas, a su posición política, a su suicidio. Sin olvidar su dimensión humana.”
En resumen, una obra versátil, que permite desde la interdisciplinariedad adoptar diferentes enfoques didácticos en el aula, como la historia, la literatura, además de elementos artísticos.
Esta misma reseña la podrás encontrar también en el siguiente enlace de Goodreads.
Vanessa Pérez Gisbert.
No hay comentarios:
Publicar un comentario