¿Hasta
dónde puede llegar el poder de la imaginación de un niño o una
niña?
El
corto que os presento responde a la cuestión anterior. Como sabéis,
se titula Vincent y fue creado por Tim Burton en 1982. El
cortometraje cuenta la historia de Vincent Malloy, un niño de siete
años que sueña con ser el actor Vincent Price. Sus ensoñaciones
preocupan tanto a su madre hasta el punto de castigarle en su cuarto
al pillarle "cavando una tumba" en su jardín. Más tarde
le invita a salir a jugar afuera pero Vincent Malloy o Price prefiere
seguir jugando solo con su imaginación y creatividad. La mente de
Vincent no distingue ya el mundo real del mundo de sus fantasías,
vive absorta en la encarnación de los diversos papeles de su
admirado actor, especialmente aquellos inspirados en la obra del
escritor Edgar Allan Poe. Todo ello provoca que el niño conciba una
oscura y turbia concepción de la vida, que lo transforma en un ser
solitario y marginal.
Un
dato interesante es que la voz del narrador es la del propio Vincent
Price en su versión original. Su belleza no solo está en las
imágenes, la música y la voz del narrador, si no también en que el
guión es un largo poema rimado que te atrapa desde el
principio. Según Burton, "cuando eres pequeño las cosas
son más grandes, tienes una mitología personal y psicológicamente
te conectas a las cosas de un modo muy particular". En este
cortometraje queda muy claro qué pasa por la mente de un niño y qué
cosas puede llegar a imaginar cuando se encuentra a solas sin
que una persona adulta le recuerde constantemente quién es y qué
debe hacer.
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