miércoles, 17 de octubre de 2018

La mirada del otro


El curso pasado fue distinto a todos los que había tenido antes. El último día de enero llegó a mi clase una chica joven que no conocíamos, aunque parecía ser amiga de nuestra tutora Sonia, quien le dio un buen abrazo de bienvenida y nos contó que había sido su maestra de logopedia hace muchísimos años. Su nombre, que nos sonó raro al principio, era Inás. Nos contó que estaba terminando la carrera de Magisterio en la universidad y que iba a realizar prácticas como maestra… ¡en nuestra clase! Nos pusimos muy contentos.

Al principio, veíamos a Inás como la ayudante de los demás profesores y como una amiga mayor que nos ayudaba a entender lo que no comprendíamos. Con el paso de los días, nos dimos cuenta de que estaba aprendiendo a ser profesora, pues llevó a cabo algunas sesiones de diferentes asignaturas con la ayuda de Sonia y tenía la posibilidad de darnos instrucciones y solucionar los problemas que ocurrían. Además, durante las clases de castellano ayudaba a Marco Antonio y a Cloe a mejorar en la lectura y en la escritura, y ayudaba a Juan Luis en cada materia para que pudiera seguir nuestro ritmo.

Una de las cosas que mejor recuerdo de Inás es que nos dejaba poner nuestro granito de arena en algunas actividades. Hubo un día en que tuvimos que crear una noticia por parejas y presentarla a nuestros compañeros, así que nos dio la oportunidad de disfrazarnos y llevar el material que quisiéramos. ¡Nuestra clase se convirtió en un telediario y nosotros hicimos el papel de periodistas!

Los días que más me gustaron de todo el mes de febrero fueron los del taller de expresión oral. Durante tres sesiones, la asignatura de Lengua castellana se transformó y nos tocó hablar más que nunca. Inás nos mostró un cortometraje muy bonito de un pájaro llamado Piper y creó diferentes dinámicas. La actividad más impactante para mí fue el Monstruo Comemiedos, en la que tuvimos que hablar de nuestros miedos. La verdad es que yo hubiese preferido hablar de algo más alegre y divertido.

El día tres de marzo fue el último día de Inás con nosotros y, aunque nuestra tutora no se acordaba, nosotros lo sabíamos desde el principio de la semana. Estábamos algo tristes, había sido un mes diferente y le íbamos a echar de menos. Sin embargo, nos prometió que el día del festival de San José nos iba a visitar para ver nuestra actuación, así que le dimos muchos abrazos y nos despedimos de ella con una canción.

2 comentarios:

  1. Excelente reflexión Inás.
    Me ha gustado muchísimo. Sobre todo cuando hablas de que les dejabas "poner nuestro granito de arena en algunas actividades" y un días se disfrazaron. Me he sentido identificado :). Y más cuando hablas del recuerdo del corto animado.
    Nos vemos mañana.

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  2. Inás te ha quedado genial. Que bonito giro le diste a la asignatura de Lengua Castellana.

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