viernes, 26 de octubre de 2018

Asamblea musical


La magia existe, reside en las manos de los duendes que crean arte, y tiene el poder de transportarnos a un lugar de nuestro yo donde pocas personas o circunstancias son capaces de llegar.




No puedo imaginar en qué pensaba Chopin  cuando escribió “Nocturne”. Pero cuando la escucho viajo sin más remedio a uno de mis paisajes otoñales favoritos “Bosque de Abedules” de Klimt. Ambos artistas son capaces de crear un ambiente de recogimiento y paz que invita a disfrutar de la entrada del frío. Ambas obras son sobrias, delicadas y producen sensación de plenitud al disfrutarlas a la vez.




Es curioso cómo podemos encontrar hilos invisibles que nos unen por muy diversas que sean nuestras circunstancias o vivencias. Podemos sentir igual. Estos hilos son tejidos por artistas que tienen la sensibilidad de apelar a esos lugares en lo profundo del ser humano. Esos lugares que nos hacen iguales y tan diferentes.

Sin duda Klimt y Chopin son de esos duendes que han realizado una copiosa aportación a mi imaginario privado. Así como lo han hecho con una ingente cantidad de personas a lo largo del tiempo, pues uno de los poderes del arte es su atemporalidad.

1 comentario:

  1. Una imagen muy otoñal e ideal para la época del año en la que nos encontramos.

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